viernes, 23 de marzo de 2012

CUIDEMOS NUESTRA RELACIÓN CON DIOS

Cuando tu te enamoras de alguien no lo haces de un segundo para otro, ni de un día para otro, sino que es un sentimiento que va creciendo dentro de ti que te hace apreciar a esa persona a medida la vas conociendo.


Definitivamente el enamorarse de una persona es una de las sensaciones humanas mas lindas, pero enamorarse de Dios sobrepasa todas nuestras expectativas y es que no hay nada más lindo que estar enamorados de Dios. 

Ninguno de nosotros ha sentido amor puro por alguien sin antes haber sembrado, cultivado y regado ese amor. Cuando a nosotros nos gusta una persona, hacemos toda clase de acciones para tratar de agradar a esa persona de la cual queremos llamar su atención y caerle bien. Todas esas acciones hacen que poco a poco el amor vaya creciendo a tal punto de comenzar una relación y ese amor es consumado al llegar al matrimonio en donde se prometen amor el uno para el otro.

Ahora bien, con Dios hay una diferencia, pues desde el día que decidimos entregarle nuestra vida comenzó ese enamoramiento que fue fulminante, es como un amor a primera vista pero de esos reales y que permanecen para siempre y no de los que nosotros humanamente creemos tener, a lo cual la mayoría han sido solo pura emoción momentánea.

MELANCOLÍAS DE LA VIDA


Hay días en los que amanecemos con todas las penas y nostalgias del mundo, extrañando tiempos pasados, tiempos que antes fueron importantes pero que quedaron en sólo eso: “instantes“.
La vida está llena de esos pequeños momentos, los guardamos y atesoramos en una mágica caja que contiene todas nuestras emociones y sentimientos vividos, en los días tristes las sacamos y revivimos con el corazón, en unas ocasiones nos producen melancolías, otras sin embargo pueden darnos fuerza para el día que afrontamos.
Atesora lo que tienes hoy, por ninguna razón añores aquello que no es tuyo, debemos entender y comprender que no todo el mundo se mueve a nuestro alrededor, no debemos malgastar la vida observando continuamente el horizonte esperando ver aparecer la silueta esperada.
Todo eso ya quedó en el pasado, nuestro presente lo elegimos nosotras, seamos grandes mujeres, dadoras de amor y no de dolor, somos grandes y podremos superar el dolor, sea cual sea, saldremos adelante porque somos capaces.
Nadie es perfecto, pero ¡sí! somos seres especiales para alguien, y eso es lo que cuenta.
“HAY DÍAS EN LOS QUE NECESITAS DE
 ALGUIEN A TU LADO Y BUSCAS,
PERO TE AFERRAS A QUIÉN NO TIENES”

¿QUÉ TIENE ELLA QUE YO NO TENGA?


Ninguna mujer debería preguntarse “qué tiene ella que no tenga yo”, porque todas las mujeres somos valiosas y tenemos algo especial. Cada mujer es un mundo, y tú como mujer debes saber hacerte respetar.
Todas las mujeres tenemos algo que nadie te lo puede quitar excepto tú misma: LA DIGNIDAD, que cuando la perdemos, perdemos todo. Eso jamás lo permitas.
La rivalidad entre las mujeres es algo que tenemos en los genes, somos así, las mujeres siempre nos estamos comparando con todo, más aun si nuestra pareja se ha ido de nuestra vida con otra mujer: Nos sentimos desplazadas, humilladas, y hasta la buscamos para ver porqué nos ha cambiado. Y siempre acabamos criticando lo mal que se ve, que no comprendemos porqué nos cambian si nosotras somos mejores…etc.
La frase no debería ser “¿qué tiene ella que yo no tenga?”, más bien sería “¿Qué tiene él que es tan voluble y cambiante que con la primera que se le presenta cae en la tentación y derrumba todo nuestro mundo? ¿Y por qué  sigo queriendo a ese patán que sólo causa daño y dolor por donde anda?”

QUIEN AMA NO POSEE


Las mujeres posesivas no somos aquellas que amamos con la fuerza de un volcán. Asfixiamos con la fuerza de un volcán.
Quien ama no posee, porque las personas que aman saben que las personas no son objetos de los que se deba uno adueñar. Quien posee teme perder y sufre por ello. Quien ama disfruta de la vida y de quien tiene a su lado.
El amor es una energía que requiere vibrar y recorrer el mundo; no nace para estar estancado a los miedos de quienes lo sienten; tu oportunidad de estar con ese hombre que te ama es única e irrepetible, no nubles tu cielo. Ama. Si sientes miedo no estás amando; estás enfocando tu energía en el miedo y eso mismo creas para tu vida.
Disfruta tu momento, el sabor del encuentro. Vive cada día con fluidez emocional, despréndete de las situaciones que sólo te esclavizan, la libertad es el estado más ambicioso y de paz al que puedes anhelar.
El amor es para sentirse y no para sufrirse. Cuando sufres no estás amando, estás parada en el miedo, aunque resulte extraño leer lo que escribo, y difícil de entender, es cierto. Cuando tenemos miedo no estamos amando, estamos teniendo miedo. El amor y el miedo no van de la mano, se excluyen uno al otro.
Vive en armonía, soltando lo que te detiene, liberando el pasado, asumiendo tu presente; admite la belleza de lo que te rodea, y aprende a ver a los ojos de los demás, confía, entrega tu corazón y disfruta al 100%.

“LAS ANCLAS SON PARA LOS BARCOS, NO PARA LOS HOMBRES.
UN AMOR ATADO, ES UN AMOR QUE NO FLUYE Y POR LO TANTO
SUSCEPTIBLE DE MORIR”