viernes, 29 de marzo de 2013

LA CONFIANZA Y EL AMOR


La confianza  es fundamental en el éxito de una relación. Si no hay confianza no hay nada… El amor que es el sentimiento más hermoso que podamos experimentar, tiene un peldaño tan delicado y tan frágil que debemos cuidar y conservar, ese peldaño se llama CONFIANZA.

Para que el amor fluya naturalmente, necesita que exista confianza, porque ello nos ayudara a aceptarnos como somos, a expresar nuestros sentimientos y pensamientos, a decir las cosas como son, a mostrar nuestras virtudes y defectos. Muchas veces, por no decir que siempre, mostramos o nos mostramos ante la pareja como la persona ideal, sin defectos y solo cualidades, entonces idealizamos a ese ser que amamos, el problema es cuando llega el momento de conocerse realmente, inevitablemente nos estrellamos, porque como no conocíamos bien a nuestra pareja o porque no nos conocía, con nuestros hábitos, ideologías y costumbres, entonces nos sorprendemos y hasta nos desilusionamos.

EL ARTE DE HABLAR - LA VIRTUD DE CALLAR



HABLAR es fácil, pero CALLAR requiere prudencia y dominio.
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante la injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
HABLAR disipando falsos, es conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.

CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio. 
CALLAR de si mismo, es humildad. 
CALLAR miserias humanas, es caridad. 
CALLAR a tiempo, es prudencia. 
CALLAR en el dolor, es penitencia. 
CALLAR palabras inútiles, es virtud. 
CALLAR cuando hieren, es santidad. 
CALLAR para defender, es nobleza. 
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia. 
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.

Debemos aprender primero a CALLAR para luego poder HABLAR 

Recuerda siempre: 

Que tus palabras sean más importantes que el silencio que rompes.