domingo, 9 de marzo de 2014

CUIDEMOS DE NOSOTROS MISMOS


 No podemos fijar un límite y cuidar los sentimientos de otra persona a la vez. Es imposible; las dos acciones se contradicen. ¡Qué virtud tan tremenda tener compasión por los demás! ¡Qué difícil puede ser esta misma cualidad para establecer límites!


Es bueno preocuparse de otras personas y de sus sentimientos, pero también es esencial cuidar de nosotros mismos. A veces, para cuidar bien de nosotros mismos, necesitamos elegir. Algunos de nosotros vivimos con un mensaje profundamente imbuido de nuestra familia, o de la iglesia, acerca de nunca herir los sentimientos de los demás.


Podemos reemplazar este mensaje con otro que diga que no está bien que nos lastimemos a nosotros mismos. A veces, cuando cuidamos de nosotros mismos, otros reaccionan sintiéndose heridos. Eso está bien. Nosotros aprenderemos, creceremos y nos beneficiaremos con la experiencia; y ellos también. El impacto más poderoso y positivo que podemos tener sobre los demás se logra asumiendo la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos y permitiendo a los otros que sean responsables de sí mismos. Tener interés en los demás funciona.

ME OLVIDE DE MI MISMA, POR EL HOMBRE QUE AMABA


Cometemos errores por las personas que amamos. El amor nos ciega, el amor nos lleva a sacrificar cosas que no deberíamos… cosas como nuestro propio corazón y felicidad.
Meses o quizas años aguantando la desconfianza, aunque el dice que es amor (jajajajajaja) quien dice que el amor es; persecuciòn? desconfianza? control? para mi no te aman, simplemente te estàn cuidando como niña. yo estaba feliz de tenerlo junto a mí, lo amaba con todo mi corazòn pero tanta desconfianza arruino un amor puro y valioso, porque no esperaba mas de ese hombre, no esperaba casarme con el, no esperaba que vivieramos juntos, simplemente lo amaba, hasta me converti en sombra. 
Por ese hombre fui capaz de mucho: hasta convertir su verdad en mi verdad.
Fui capaz de hacer muchos cambios y los demás pensaron que yo era una tonta, mientras sus bocas me llamaban “valiente”…  “¡Qué valiente es esa tonta!”
Pero yo estaba junto a ti…
Tú, que eras todo para mí.

¿NECESITAMOS A NUESTRAS PAREJAS? LA DIFERENCIA ENTRE NECESITAR, EXIGIR Y PREFERIR


¿Necesitamos a nuestras parejas, es por eso que estamos con ellos? ¿Les exigimos, estamos con ellos por lo que nos dan? ¿O es porque simplemente, libremente preferimos estar con ellos?
Tres verbos, tres acciones que revelan emociones y pensamientos diversos. Cuando estas palabras se presentan en las relaciones amorosas, las consecuencias son variadas.
Necesitar: la semilla del “¿qué hago sin ti?”
Cuando te enredas en las telas arañas del “te necesito para ser feliz / para vivir / para darle sentido a mi vida”, conviertes a tu pareja en tu amo, en el responsable de tu propia vida. Románticamente solemos decir “te necesito” (queriendo decir “me gusta estar contigo”, “es mi deseo que estemos juntos” ) pero recordemos que sólo necesitamos de nosotras mismas. Es sin nosotras que no podemos vivir. Sin nuestra pareja podemos quedar tristes, temerosas, enojadas, mutiladas… pero seguiremos viviendo.
En la vida, nada permanece. Y el amor siempre tiene la sombra del desencuentro, porque uno siempre se va primero (a voluntad o por orden de la muerte).
Tú no necesitas a nadie, y si en verdad no lo crees, ¡despierta!, porque te has puesto la soga al cuello solita.