lunes, 27 de febrero de 2012

CUIDA A LA MUJER QUE DICES AMAR



Algunos hombres de esta época se han  dedicado a destruir el más hermoso regalo que Dios pudo darnos: La mujer. Sí, aunque te rías, la mujer es el mejor regalo que Dios pudo obsequiarle al hombre.
  
El problema es que el hombre no ha sabido amar a la mujer como Dios desea que la amen. ¿De qué sirve que el hombre machista desprecie a la mujer cuando al final todos necesitan de una? Piénsalo. Cuando naciste, tu mamá fue a quién Dios escogió para traerte al mundo. Tu futura esposa es aquella que te va a completar y a llenar en las áreas de tu vida como ser humano. Y tus futuras hijas serán el reflejo de la bendición sobre un padre ejemplar y respetable ante los demás. 


¿Te das cuenta? ¿Cómo necesitan los hombres de la mujer? ¿Y qué han hecho con  ella? La han golpeado, maltratado, ofendido, ultrajado, sonsacado y mil cosas más. Hablando en general sobre los hombres, de la misma manera han hecho esto con nuestras mujeres, con tu mamá, con tu abuela, con tu hermana, con tu novia y en algunos casos con su esposa. Con las maestras, con las amigas, con las tías, con las compañeras, con las primas. Todos hablan de que debemos cuidar el medio ambiente, no debemos contaminar nuestro hogar que es la tierra, ¿Pero quién cuida de nuestras mujeres? Para poderlas cuidar debemos primero aprender a amar. ¿Y cómo se ama a una mujer? ¿Te lo has preguntado? ¿Qué dice Dios sobre como amar a la mujer?



Hombres empiecen a tratar bien a todas las mujeres como el vaso más frágil, respétalas, háblales con amor, no las ofendan, no hablen mal de una mujer como: esa vieja, esa perra, esa zorra, no andes como cazador buscando presas para lastimarlas.

Estoy segura  que Dios recompensara cada semilla sembrada en amor a cada mujer que se cruce en tu camino.
"DETRÁS DE UN GRAN HOMBRE
HAY UNA GRAN MUJER"

EL EGO Y EL ORGULLO


Demasiadas relaciones o amistades se pierden por el malentendido orgullo y por nuestro gran egocentrismo. Antes de dejar de lado a una persona detengámonos a pensar y valorar qué han sido para nosotras todo este tiempo y lo que hemos recibido de ellos; y no seamos tan duras a la hora de valorarlos, todos en la vida nos equivocamos; no tengamos miedo a expresar nuestros sentimientos, nuestro agradecimiento y cariño a todas aquellas que han pasado por nuestra vida.
Aunque muchas veces las personas egocéntricas nos hayan hecho llorar y sufrir con sus malas actitudes, nunca dejemos de concedernos nuevas oportunidades en la vida, que un día conoceremos a las personas adecuadas que vivirán junto a nosotras.


El amor y el perdón deben superar al ego y el orgullo.
“EL ORGULLO ES IGUAL EN TODOS LOS HOMBRES,
SOLO VARIAN LOS MEDIOS Y LA MANERA DE MANIFESTARLO”