jueves, 18 de abril de 2013

TÚ NO ERES MI FELICIDAD



“Lo siento mucho si te he dado esa impresión, pero no, tú no eres mi felicidad.
Por ese motivo puedo hablar con libertad… porque me niego a ser una mujer que depende de ti.”
Nuestra felicidad tiene que partir de nosotras mismas, no de lo que los demás nos den.
No puedo poner mi vida y todas mis emociones sobre una persona. No quiero ser dueña de nadie, como tampoco que alguien se adueñe de mí.  ¡Eso no está en mis planes de vida!  No quiero vivir un amor forzado, quiero que se me ame libremente. Si dejo mi vida en manos de alguien, empezaré a dejar de lado mi bienestar emocional, y por consiguiente no podré realizar mis sueños.

Exijo que todo lo que quiero ser sólo dependa de mí, no de otras personas.
De lo contrario, seré una mujer “dependiente” y no estoy de acuerdo con esa forma de vida. ¡Quiero ser una mujer excelente!  Quiero ser como un pintor que traza sus pinceles a través de un lienzo en blanco, donde sólo yo pueda poner las formas y los colores que deseo para mi vida... quiero ser la obra perfecta hecha por mí misma.
No quiero pertenecer a nadie, pues eso me robaría lo que sueño para mí. Quiero caminar al lado de alguien, ¡claro que sí!… pero dándonos la suficiente libertad para que cada uno sea la persona que es.

Mi compromiso es “ser una persona feliz”, porque la libertad es un logro, un éxito que nos ganamos.  Las mujeres de hoy somos así, independientes.  No queremos sufrir por algo o alguien que no lo merece. Queremos vivir con plena libertad para hacer de nuestra vida esa obra de arte que tenemos en la mente.
Recuerda, la felicidad y la libertad son un compromiso sólo tuyo; no las puedes regalar ni prestar… te pertenecen solamente a ti.
Yo como mujer me valoro mucho, porque sé la clase de mujer que soy.  Puedo escoger lo mejor para mi vida. Es mi decisión.  Espero a mi amor verdadero, sin apuros. Soy libre.  Nadie me dice cómo ser, porque si yo digo “sí” a todas las cosas que me piden, dejaría de ser yo.
Por eso digo: “tú no eres mi felicidad, como yo tampoco la tuya.”
La mejor relación nace de la libertad.
No de depender el uno del otro, sino de tener la convicción que si estamos juntos es porque así lo deseamos los dos. La más bella de las relaciones es cuando una sabe que es respetada y valorada como mujer. Vivir una relación libre, pero unida por el amor y el respeto, sin miedo a perdernos, porque nos aceptamos tal y como somos.
© Autor: Shoshan.

¿AMOR O DEPENDENCIA EMOCIONAL?



“No puedo vivir sin ti…”
¿Te suena esa frase?
¿Alguna vez haz sentido que estás complaciendo los deseos y necesidades de tu pareja sin haber alcanzado los tuyos?
Eso no es saludable, y si no estás segura de sí lo tuyo es amor o dependencia emocional, es muy fácil distinguirlo y detectarlo…

Un síntoma claro de dependencia emocional es tener una relación de pareja y tratar de satisfacer al 100% las necesidades de la otra persona, mientras que nuestras necesidades o sentimientos no importan.
Si estás viviendo una relación así, lo primero que tienes que hacer es aceptar que esa relación es dañina y preguntarte si realmente lo mereces. No podrás superar el problema dejando de amar.  Para superarlo, una tiene que decidir dejar la relación aunque sigan existiendo sentimientos, ya que el sentimiento de amor más importante es el que debes tener hacia ti misma.