sábado, 25 de febrero de 2012

QUIEN TE LASTIMA... NO TE AMA


Las rupturas de pareja muy a menudo son inevitables. Unas veces, el amor muere sin razón: simplemente era un viajero que decidió acompañarnos por un tiempo y después de cumplir su labor, se despide de nosotras.
Pero en otras oportunidades, el amor no muere, es nuestro amado quien impiadosamente lo asesina con cada grito, indiferencia y acción que nos lastima…
El dolor se hospeda en nuestro corazón y con el pasar de los días, el amor agoniza en nuestros brazos sin que nosotras podamos hacer nada por verle respirar de nuevo. Impotentes, nos quedamos en el suelo contemplando lo que alguna vez fue esplendor y hoy nos llena de tristezas, pero después de tantas lágrimas, nuestros ojos por fin se lavan y podemos ver la realidad. Al fin, después de que el agua mojara nuestra alma, hemos despertado de ese vano sueño que nos hacia dormir placenteramente en medio de las pesadillas.


Nuestro amor era tan grande que solíamos olvidarnos de lo que alguna vez quisimos para nosotras mismas. Siempre le perdonábamos y justificábamos todo, pero ahora notamos todos esos errores que antes minimizábamos por el encantamiento del amor: sus faltas de atención y detalles, sus malos humores, sus silencios, sus palabras necias… En definitiva, él ya no era el hombre del cual me enamore.
No se trata de que busquemos culpables por lo que ya pasó. De lo que se trata es de buscar alternativas para sanar un corazón que ha sido desgarrado por la tristeza de un mal amor.
No te aferres a un hombre que no existe, no hay segundas oportunidades para un hombre moneda: nos muestra su cara para enamorarnos y tenernos con él; pero cuando siente que estamos “seguras” en su vida, nos muestra su sello y nos convierte en basuras que puede tratar como se le antoje.
¡No! ¡Nosotras merecemos más! Y así amemos a alguien o lo que algún día fue de él, así tengamos ese fuerte sentimiento palpitando en nuestro pecho, no acabemos con nuestra dignidad, siempre habrá fuerza para decir: “¡sin ti mi vida es mejor!” No esperemos un cambio de quien nunca va a hacerlo. Quienes quien debe cambiar somos nosotras mismas y debemos empezar por sacar de nuestro mundo a quien sólo nos ocasiona llanto.
El amor verdadero jamás daña, ¿por qué crees que ese  ser te lastimó? No fue porque te amaba, sino porque nunca lo hizo.
Aun es tiempo de recuperarnos a nosotras mismas, ¿crees que eres valiosa? ¿Sí? ¡Entonces demuéstralo!
“ÁMATE MUJER, TÚ MISMA ERES EL INICIO DE UN AMOR VERDADERO”

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