miércoles, 22 de febrero de 2012

NO HAY MAYOR RIQUEZA QUE LA SABIDURIA



Sabiduría es la palabra con la que se hace referencia a la “posesión de profundos conocimientos sobre determinadas materias”. Se aplica también a la  “capacidad de pensar o juzgar con prudencia y equidad” y es sinónimo de “noticia “o “conocimiento”.

En torno a la palabra sabiduría se mueven conceptos como erudición, penetración, intuición, ciencia, ilustración, cultura, instrucción o pericia. Desde un punto de vista teológico la sabiduría se refiere al “discernimiento en las cosas de orden sobrenatural”.  La sabiduría se considera “uno de los siete dones del Espíritu Santo”.

La ignorancia te hace creer que la vida funciona por casualidades, la sabiduría te enseña que todo lo que ocurre en esta gran obra de teatro tiene un profundo significado, lo que ves hoy, no es fruto de la casualidad, sino de las semillas plantadas en el pasado, siembra semillas de paz en el presente y crearás una vida de paz para el futuro.


La ignorancia es como un profundo sueño en el que uno sueña que todavía está despierto. Es una enfermedad de la humanidad, el alma humana se olvida de quien es y a quién pertenece y empieza a actuar por instintos y no por valores.

En la vida vendrán dificultades y obstáculos, no vienen para detenerte, pueden fortalecerte y ayudarte a avanzar con más experiencia, sigue avanzando, un día no es igual a otro, a veces no hay que buscar una solución, es suficiente con seguir avanzando, y el obstáculo quedará atrás.

Quien tiene sabiduría vive según su propósito, su vida da sentido a todo lo que hace, esta persona no vive según el reloj, haciendo, sino que vive siguiendo su brújula, asegurándose de que está en el camino que le dirige hacia su destino, las circunstancias son como objetos, no están vivas, tú les das vida.

La luz existe y su ausencia es la oscuridad.

La sabiduría es como un camino que nos adentra en el corazón de las cosas, por eso los pasos han de partir desde el propio corazón,siento que la sabiduría es como un puente que nos permite llevar nuestro corazón hasta la otra orilla para que allí pueda latir, cantar y regocijarse junto al corazón de las cosas, de las personas y de los acontecimientos.

“AMAR LA LECTURA ES TROCAR
HORAS DE ASTIO, POR HORAS
DE INEFABLE Y DELICIOSA COMPAÑIA”.
JHON KENEDDY

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