lunes, 5 de marzo de 2012

NO LASTIMES EL CORAZÓN DE UNA MUJER

El gozo que se siente en el dar es muy hermoso en verdad, pero que saqueen tu corazón y que tú lo permitas es definitivamente, otra cosa. Y la mediación que habría entre ambos aspectos es precisamente el equilibrio tan necesario que se requiere para aprender a dar sin medida pero con cordura, sin que lastimen tu corazón de mujer.


No es posible estar regalando virtudes que ni siquiera son respetadas, mucho menos valoradas ni compartidas. La mujer tiene que ser más inteligente para saber dar sin importar a quien ni qué es lo que puede dar, porque está capacitada para dar incluso, a manos llenas, pero… ¿Será justo tirarle margaritas a los cerdos sabiendo que las van a pisar?


Miles de mujeres en el mundo se quejan de que no sólo entregaron el corazón, también su cuerpo, su tiempo, su confianza, su intimidad y no bastaron todas esas cosas para ganarse un lugar seguro en los brazos de su amado que al parecer tenía en el pecho una piedra en lugar de un corazón. ¡Qué decepción tan grande saber que no hubo amor para nosotras a pesar de que lo dimos todo! ¿Verdad?




Y en el peor de los casos, descubrir que todas esas virtudes que nosotras dimos desinteresadamente nos fueron burladas, pisoteadas, devaluadas y denigradas… ¡Ay, madre mía… cuánto duele! Se siente una desesperación tan grande que en ese momento quisiéramos vengarnos, hacerle pagar con la misma moneda al infiel y traidor para que sepa lo que se siente. Explotamos en ira, en pensar y pensar qué hacer en ese momento que lo único que se nos ocurre es llorar y preguntarnos:¿Qué hice mal para merecer esto? ¡Porqué me paga tan mal después de tanto que lo amé!. Y por más que le damos vuelta al asunto, no encontramos la explicación.


Algunas mujeres inconformes se atreven todavía después del engaño, a buscar al hombre para que les dé esa explicación, pero yo me pregunto: ¿Para qué rebajarse, buscando a ese hombre cínico, falso, grosero y mal educado? De eso se valen precisamente los hombres para seguir humillándonos y jugando con nuestros sentimientos. Hay que tener más categoría y excelencia  y saber desprendernos y despedirnos con dignidad de quien con lujo de detalles ya nos demostró hasta la saciedad su marcado desinterés. ¿Quién se lo perdió?



“GUARDA LOS BUENOS RECUERDOS
PARA LOS MALOS MOMENTOS Y ESCUCHA…
APUNTATE A LA VIDA, A DECIR LO QUE
SIENTES, A SENTIR LO QUE VALES,
A SOÑAR LO QUE QUIERES Y A SABER
QUE TE SOBRA CON TENER LO QUE TIENES”

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