Somos seres humanos que vivimos en cuatro dimensiones
Mente - Cuerpo - Emociones - Espíritu
Cada una de ellas merece nuestra atención, y es
tremendamente importante establecer un equlibrio entre ellas. Si alguna está en
desarmonía, el efecto es multiplicador pues afecta a todas las demás.
Es nuestra responsabilidad cuidar ese equilibrio, cuidar de
satisfacer adecuadamente cada aspecto, y desarrollarlo.
La mente te sirve para comprender, entender, razonar y
descubrir.
Las emociones te habilitan a contactar a crear relaciones
poderosas.
El cuerpo te permite interactuar y desarrollar la
experiencia física.
El espíritu estable tu trascendencia, tu legado.