sábado, 4 de agosto de 2012

LA FELICIDAD DE HOY PUEDEN SER LAS LAGRIMAS DEL MAÑANA


Cuando nuestros sueños se ven cumplidos y la felicidad llena nuestras vidas, es fácil dejarnos llevar por la alegría y no percatarnos de que mientras celebramos podemos estar perdiendo algo valioso:
Nunca descuidemos a nuestros amigos y familiares. Cuando estemos felices, hagámosles partícipes de nuestra alegría. Y aunque en esos momentos no les necesitemos tanto, la vida da muchas vueltas y los volveremos a necesitar. Si los cuidamos, ahí estarán para nosotras.
Cuando estamos emocionalmente alegres y nos rodea la felicidad, tenemos la tendencia de olvidar a los que han estado siempre a nuestro lado.
La felicidad nos ciega a modo que sólo vemos lo que nos provoca esa alegría, ignorando a aquellos que nos rodean.
Cuando estamos felices, tontamente pensamos que no volveremos a sufrir, pues nuestro corazón está en su mejor momento.