Es
frecuente hablar de las mujeres maltratadas, pero hay un fenómeno del que aun
hoy en día, se habla en secreto, cuando se habla del abuso nuestra mente
inmediatamente nos transporta a pensar en los ancianos, los niños y en la
“pobre esposa”.
Existen
hombres que son maltratados por sus mujeres, hombres sometidos por su pareja,
hombres que sufren el maltrato psicológico y en ocasiones incluso físico, de
manos de su mujer. Esos hombres no son un mito: existen.
Y
no es que esos hombres no debieran existir… lo que no debiera existir es el
maltrato que sufren, ni ellos ni ellas. El maltrato y el abuso, vengan por
parte de quien venga, está mal y hay que detenerlo.
Es
poco frecuente en pensar en el hombre como víctima de violencia doméstica,
provocando que en cuanto escuchamos de la violencia de género, nos convirtamos
automática e inmediatamente en juez y jurado, condenando al hombre antes de ser
juzgado.