Todos nuestros amores podrían llegar a ser “ex” pero nunca se podrá
tener una “ex-madre”. La madre es ese ser que lo entrega todo por amor, por su
hogar, por sus hijos y nietos. Cuando la madre aún está ahí contigo, es una
suerte tenerla, pues la clase de amor que entrega es el más puro que podrás
encontrar jamás.
Es cierto que hay muchos tipos de madres, pero siempre la nuestra será la más maravillosa que la vida
nos ofrezca. Ella será nuestra amiga, la que guarda todos nuestros secretos y
lava nuestras penas cuando sufrimos mal de amores, la que nos cuida como una
doctora cuando estamos enfermas.
Los años no pasan en vano para nadie y cada año parecieran pasar más
lentamente, las hermosas arrugas en el rostro de la madre son el vivo reflejo
de las experiencias que ha vivido.