El amor es libertad, amar
de verdad es atreverse a pasar un tiempo solo confiando que quien se va,
volverá a nuestro lado.
No estropeemos el amor encadenándolo a nuestro ser,
dejemos espacio para respirar, permitamos que puedan pensar por si mismos y
llegar a extrañarnos. No asfixiemos a nuestra pareja: si es amor de verdad no
necesita cadenas, ya es tuyo. Creer en la persona que está a tu lado conlleva
madurez, y las mujeres hechas y derechas tienen madurez.
En ocasiones, cuando se ama desea tenerlo TODO de
la persona amada, esperas que esté siempre pendiente y disponible para ti,
llegas incluso a controlar con quien habla, con quien se junta, y por cuanto
tiempo. Estos son los amores
posesivos, que llegan a controlar cada faceta de la vida de la persona
amada, hasta la hora de salir del trabajo y los minutos que debería llevar
volver a casa. Este amor no es normal, no es bueno, no es verdadero.
Se dice que si quieres a alguien, es mejor dejarle libre para que vuele,
si vuelve es que fue tuyo, sino, nunca lo fue.