Cuando
vemos a nuestro alrededor no cabe la menor duda, que hay un Ser por encima de
todo por ende sabemos a ciencia cierta que dentro de nuestro corazón hay una
verdad que se manifiesta en una certeza.
Las
pequeñas cosas en nuestro diario vivir como ver a nuestros preciosos hijos
crecer, y como se encaminan a un Dios bondadoso hace que nuestra fe crezca.
Su
presencia se ve en todos los aspectos de mi vida y cuando hay tropiezos,
problemas, me doy cuenta que su amor está más cerca. Lo interesante es
nuestro aprendizaje y más aun en el dolor aprendemos a madurar.
Es ahí
donde me doy cuenta de la grandeza de
Dios su inminente poder dentro de mí, esa paz que embarga mi ser aunque
todo a mi alrededor se desate en grandes tormentas. El amor a Dios es recíproco
y constante porque vemos que aun siendo
infieles el permanece fiel.
Te animo
a seguir perseverando amigo y hermano por que Él está al tanto de todo lo que
está aconteciendo en tu vida, Él solo quiere que le agradezcas por las pruebas
y veras que su amor será mayor en ti.
“Cuando un hombre descubra sus faltas, Dios las cubre.
Cuando un hombre las esconde, Dios las descubre,
Cuando las reconoce, Dios las olvida”.