domingo, 27 de abril de 2014

ENCONTREMOS NUESTRA PROPIA VERDAD

 
Cada uno de nosotros debe encontrar su propia verdad.
No nos ayuda que aquellos que amamos encuentren su verdad. No nos la pueden dar. No nos ayuda que alguien que amamos sepa una verdad particular de nuestra vida.Nosotros debemos descubrir solos nuestra verdad.
Cada uno de nosotros debe descubrir su propia luz y permanecer en ella.
A menudo necesitamos batallar, fracasar y sentirnos confundidos y frustrados. Así es como nos abrimos paso en la batalla; así es como aprendemos lo que es verdad y está bien para nosotros.
Podemos compartir información con los demás. Los otros pueden decirnos lo que predeciblemente puede suceder si seguimos un rumbo en particular. Pero esto no significará nada hasta que integremos el mensaje y esté se convierta en nuestra verdad, en nuestro descubrimiento, en nuestro conocimiento.

IRA CONTRA MIEMBROS DE LA FAMILIA


Muchos de nosotros sentimos ira contra miembros de nuestra familia. Algunos de nosotros tenemos una gran ira e indignación, una ira que parece continuar año con año.
Para muchos de nosotros, la ira fue la única manera de romper con un vinculo enfermizo entre un miembro de la familia y nosotros. Fue la fuerza que nos impidió seguir siendo cautivos -mental, emocional y a veces espiritualmente- de algunos miembros de la familia.
Es importante que nos permitamos sentir –y aceptar- nuestra ira hacia algunos familiares sin sentirnos culpables o avergonzados. También es importante que examinemos nuestros sentimientos de culpa en relación con algunos miembros de la familia, ya que con frecuencia la ira y la culpa están entretejidas.
Podemos aceptar, agradecer incluso, nuestra ira por habernos protegido. Pero también podemos fijarnos otra meta: asumir nuestra libertad. 
Una vez que lo hagamos, ya no necesitamos nuestra ira. Una vez que lo hagamos, podremos perdonar.

DEJA IR LA NECESIDAD DE CONTROLAR


Las recompensas del desapego son grandes: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. (Ya no seas Codependiente).
Dejar ir nuestra necesidad de controlar puede liberarnos a nosotros y a los demás. Puede liberar a nuestro Poder Superior para que nos envíe lo que es mejor para nosotros. Si no estuviéramos tratando de controlar algo o a alguien,¿Qué estaríamos haciendo de otra forma? ¿Qué estaríamos haciendo que no nos estamos dejando hacer ahora? ¿Adónde iríamos? ¿Qué diríamos? ¿Qué decisiones tomaríamos? ¿Qué pediríamos? ¿Cuáles límites fijaríamos? ¿Cuándo diríamos si o no?