Si consideras que algo o alguien es indispensable para
tu felicidad, tienes un grave problema: estás a la sombra de un amo. Y no me
refiero al aire que respiras, la comida que te alimenta o el sueño que te
repone, sino a muchas necesidades de las cuales podrías prescindir sin que tu
supervivencia emocional y psicológica se viera afectada de alguna manera. No
importa la fuente del apego, llámese fama, poder, belleza, autoridad,
aprobación social, internet, juego, moda o pareja, la adicción psicológica hará
que tu existencia sea cada día más insalubre: te arrodillarás ante ella, le
rendirás pleitesía y vivirá en el filo de la navaja por miedo a perderla.
Establecer una relación dependiente significa entregar el alma a cambio de
obtener placer, seguridad o un dudoso sentido de autorrealización.