A veces establecemos relaciones sin
percatarnos de lo que nuestra pareja realmente desea. Nos ilusionamos pensando
que nos ama, nos quiere, desea y que le gustaría pasar toda su vida a nuestro
lado… y en otras ocasiones, parece pasar de nosotras, como buscando deshacerse
de nuestra compañía hasta que luego una vez más nos vuelven a hacer creer que
nos aman y quieren estar con nosotras.
Son falsas señales de humo, señales que no estamos sabiendo
interpretar bien.
Resulta sensato reconocer que muchas veces cuando nuestro corazón vive
en constante dramatismo y tendemos a ver torrentosas fuentes de agua en los más
áridos desiertos. Pero no siempre nos ponemos la venda a causa de nuestras
falencias afectivas, hay personas que se encargan de ayudarnos en la tarea para
después, como si fuesen una especie de Poncio Pilatos, “lavarse las manos”
de toda responsabilidad en lo acontecido.