¿Qué tal si... supiéramos que todo aquello por
lo que nos hemos preocupado hoy se va a solucionar de la mejor manera?
¿Qué tal si... tuviéramos la garantía de que
el problema que nos está molestando será resuelto de la forma más perfecta, y
en el momento más adecuado posible? Y lo que es más, ¿ Qué tal... si supiéramos
que dentro de tres años estaríamos agradecidos por ese problema y por su
solución? ¿ Qué tal si... supiéramos que hasta el peor de nuestros miedos se
resolverán para bien nuestro?
¿Qué tal si... tuviéramos la garantía de que
todo lo que está ocurriendo y todo lo que ha ocurrido en nuestra vida ha tenido
que pasar, ha sido planeado para cada uno de nosotros y es lo que más nos
conviene?
¿Qué tal si... tuviéramos la garantía de que
el ser que amo está experimentando exactamente lo que necesita para convertirse
en aquello que estaba destinado a convertirse? Y aún más, ¿qué tal si
tuviéramos la garantía de que los otros pueden ser responsables de ellos mismos
y nosotros no tenemos que controlarnos ni asumir sus responsabilidades?