Puede que en el pasado nos hubiera roto el corazón, nuestras relaciones
no resultan, no supimos mantener la llama del amor o a nos dejamos llevar por
engaños.
El pasado no tiene porqué repetirse, no si aprendemos de lo sucedido y actuamos con la sabiduría que nos da la experiencia.
Pero el pasado ahí debe quedar, sólo como lección de vida. Es
ahora, en el presente, cuando tenemos la posibilidad de actuar sabiamente para
un futuro mejor. Hagámoslo.
Nuestras vidas dependen de como queramos vivirlas, de como y
qué queramos construir en el presente, pues el presente es lo que le da forma a
nuestro futuro.
Todas nosotras en algún momento hemos sufrido de un desamor o la
separación de nuestra pareja, pero eso no nos impide seguir adelante con
nuestra vida. Debemos mirar hacia el futuro y no mirar hacia atrás, pues el
pasado hay que dejarlo donde pertenece, por eso es pasado.