martes, 21 de febrero de 2012

LA MAGIA DEL AMOR


Las mejores y más bellas cosas del mundo no pueden ser tocadas, pero se sienten en el corazón.

El amor es una cosa semejante, el amor no puede ser visto , ni tocado, pero se puede sentir en el corazón, la gente puede ver que uno se siente atraído por otra persona, pero a veces puede ser difícil de ver realmente el amor por lo que es, el amor es una emoción que sólo se puede sentir, su corazón se derrite y se libra al mismo tiempo, a la vista de la persona que amas, es tan difícil de explicar, pero lo podemos sentir, nuestro corazón puede sentir, es solo nuestro corazón que verdaderamente entiende la forma en que se ama y porque amamos.

La paz interna es otra, usted no puede ver la paz interior de una persona, ni la puedes tocar, aunque, si usted es una de esas personas afortunadas que tienen la paz interior dentro de sí mismos, se puede sentir en el corazón, es tu corazón que se siente en paz.

“LAS PERSONAS FUERON CREADAS PARA SER AMADAS,
LAS COSAS FUERON CREADAS PARA SER USADAS,
LA RAZÓN POR LA QUE EL MUNDO ESTÁ EN CAOS,
ES PORQUE LAS COSAS ESTÁN SIENDO AMADAS
Y LAS PERSONAS ESTÁN SIENDO USADAS”

CICATRICES DE VIDA


Una vida sin cicatrices no es una vida que merezca la pena, detrás de cada cicatriz hay una historia, y detrás de cada historia, algo hay aprendido si prestamos la suficiente atención a lo sucedido para hilar una serie de acontecimientos casuales en una argumentación coherente de lo vivido.

Las relaciones humanas no se rompen, se desanudan.  Cuando rompemos relaciones algo también se rompe dentro de nosotros: perdemos integridad adentro y afuera, pues nos quedamos con la herida del resentimiento que afecta permanentemente nuestra vitalidad. Si desanudamos con paciencia los lazos que nos une,  esos lazos jamás se romperán aunque estemos muy lejos; nos llevaremos el regalo de la lección aprendida más que el sentimiento de fracaso que nos amarra al pasado. Los resentimientos son cicatrices sensibles en tu corazón que generan sufrimiento, melancolía y llegan a convertirse en enfermedades.

 No permitan jamás que una relación llegue al extremo de la ruptura que destruye y desintegra esa red de soporte emocional que da sentido a la vida
Lo que hace un buen médico cuando alguien tiene una hemorragia severa, es obviamente ponerle sangre, pero no se queda transfundiendo sangre toda la vida; mientras transfunde la sangre cierra la herida. Si queremos sobrevivir en el plano emocional, además de transfundir energía, valor o ánimo es necesario cerrar las heridas y tratar esas cicatrices profundas y sensibles que aún no acaban de sanar.

“ESTAMOS HECHOS DE CICATRICES,
DEPENDE DE NOSOTROS, CERRARLAS
O DEJARLAS SANGRAR”