miércoles, 4 de abril de 2012

EL AMOR



El amor es siempre como un sol maravilloso, irradiando, dando su  luz y su calor, es por eso que  cuando el amor no está presente, la vida se hace ausente hasta de si misma. 

El amor es algo que todos necesitamos, es el fundamento, es el propósito, y el sentido de la vida misma, nada puede perdurar si el amor no existe. El amor es aquello que debemos de tener sin contener, cada día por nuestra vida. Si el amor no estuviera, si el amor ni existiera entonces, ni el todo ni la nada misma quedaría.

“SOLAMENTE AQUEL QUE ES DEMASIADO FUERTE
 PARA PERDONAR UNA OFENSA SABE  AMAR"

¿HAS ENTREGADO TODO...PARA NADA?


¿Has visto o te ha pasado eso de que cuando una relación se ha terminado te has sentido defraudada porque sientes que tú has dado todo de ti, y él no te lo ha sabido corresponder?
Cuando nos entregamos o cuando damos de nosotras mismas lo mejor que tenemos, lo podemos hacer regalando o invirtiendo.
En el acto de regalar, entregamos sin esperar nada a cambio más que la inmediata satisfacción que produce hacerlo. Si es así, cuando has entregado todo de ti y al final las cosas no salen, no ha sido “para nada”, pues eso implicaría que lo que intentabas hacer era invertir lo que das (y toda inversión tiene un riesgo que asumimos personalmente).
Dar, regalar o invertir constituyen formas de relacionarnos con los otros. A cada instante de nuestra vida, cuando interactuamos ponemos en juego alguno de estos tres verbos, alguna de estas inocentes acciones y actuaciones de encarar la vida. No podemos concebirnos de forma aislada, somos seres relacionales. Con relaciones exitosas, saludables, viciosas, enfermas, desgastantes; sea cual sea la categoría, los naipes para desenvolvernos en la vida son el dar, el regalar o el invertir.