No tengas miedo de dar.
Durante un rato, quizá necesitemos abstenernos de dar mientras aprendemos a discernir la diferencia entre dar sanamente y cuidar en exceso, lo cual nos deja sintiéndonos victimados y a los otros, resentidos.
Esto es temporal.
Para estar sanos, para hacer la parte que nos toca en esta forma espiritual de vida, para ser parte del infinito ciclo del universo, guiado por nuestro Creador, necesitamos dar y recibir. Ambas partes son importantes.
¿Qué es dar sanamente?
Es una conducta bien definida que cada uno de nosotros debe tratar de entender. Es dar de manera que nos sintamos bien y que no nos deje con la sensación de haber sido victimados.
Es dar de manera que tanto el que da como el que recibe queden con la estima en alto.
Es dar basándose en el deseo de hacer en vez de dar a partir de un sentimiento de culpa, de lástima, de vergüenza o de obligación.