miércoles, 1 de mayo de 2013

ABRÁMONOS AL AMOR


Permitirnos recibir amor es uno de lo más grandes retos que enfrentamos en la recuperación.
Muchos de nosotros nos hemos bloqueado de recibir amor. Podemos haber vivido con gente que usaba el amor para controlarnos. Estarían con nosotros, pero a un alto precio para nuestra libertad. El amor se nos daba, o se nos retiraba, para controlarnos y tener poder sobre nosotros. Nosotros no nos sentíamos seguros recibiendo amor de
estas personas. Podremos habernos acostumbrado a no recibir amor, a no reconocer nuestra necesidad de amor, porque vivimos con gente que no tenía verdadero amor para dar.
En algún punto en la recuperación reconocemos que nosotros, también, queremos y necesitamos ser amados. Podemos sentir embarazosa esta necesidad. ¿A dónde vamos con ella? ¿Qué podemos hacer? ¿Quién nos puede dar amor? ¿Cómo podemos determinar de quién fiarnos y de quién no? ¿Cómo podemos dejar que los otros se preocupen por nosotros sin sentirnos atrapados, abusados, asustados e incapaces de preocuparnos de nosotros mismos?