Que este tiempo de amor lo compartamos con nuestros seres queridos y hagamos de la Navidad una fiesta de amor, sabiendo que Jesús, Dios hecho hombre, se quiere quedar con nosotros y compartir parte de su vida.
Que Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, nos ilumine con su mirada maternal para acoger el plan de Dios en nuestras vidas y hagamos de ella una poesía al Dios de la vida.
Que San José, padre terrenal de Jesús, nos acompañe en este peregrinar y nos enseñe a discernir lo bueno de lo malo, que como padre de Jesús también vele por nuestras necesidades y preocupaciones.