Hay esperas que se vuelven interminables, los minutos se convierten en
horas, días y a veces incluso semanas…
Hay hombres que sólo te buscan cuando te necesitan, cuando creen que no
hay nada mejor. Hombres a los que les gustas pero no interesas. Se aprovechan
de ti, de tu inocencia y de que no te sepas hacer respetar.
Puede que el tiempo que lleves esperando que te llame sea otro, mayor o
menor, pero esta frase es común en muchas de nosotras. De un momento a otro, se
vuelve constante, más frecuente y más interminable el tiempo de espera.
Los minutos pasan a ser horas, las horas a
días y luego…
Y en eso se convierte, en un ser que nos tortura, que no fue consecuente con lo que nos dijo, con
lo que nos prometió, con la imagen que nos creó. Pero, ¿por qué seguimos
aún con él? ¿Por qué nos duele en el alma dejarlo?