sábado, 9 de junio de 2012

HAY QUE VIVIR DEL AMOR Y PARA EL AMOR


Hay que amar cada segundo en el que tenemos la oportunidad de vivir, puesto que es allí en donde apreciamos la grandeza del universo.
Debemos amar incluso lo que a ratos no se nos hace muy agradable, ello le pone cierto “picante “a nuestra existencia y nos recuerda que no todo en este mundo debe ser como nosotras queremos que sea.
En muchas oportunidades, se nos pasa por alto o nos puede parecer “tonto” e “inadmisible” amar tareas a las que no les damos mayor relevancia como el comer. Sin embargo, ello en si ya es una bendición que amar: podemos sentir el olor, el sabor, el gusto y las texturas de los alimentos; podemos ver los colores y tenemos el placer de consumir algo que es de nuestro gusto. En fin, en ese acto tan sencillo asistimos a una danza de los sentidos en la que bailan nuestras percepciones,  sensaciones y evidenciamos la grandeza de ser humanas.

¿TE GUSTA SER "LA OTRA"


Muchas veces atrae más el papel de la amante que el de la mujer seria y con valores.
Pero no hay que ser prejuiciosas, a la hora de la verdad “la otra” puede ser cualquiera, incluso aquella mujer que nunca pensó que un día lo sería. Tampoco es fácil, ni sale nada barato llevar el cartel “la otra”.
¿Quienes somos para juzgar a estas personas, si han escogido ese papel? Ser la otra no debe ser nada fácil.
Ser “la otra” siempre supone tener que  esperar que haya tiempo para ti, y en las fechas importantes hay que conformarse con las sobras que la pareja legal dejase.
No es fácil ni bonito juzgar a alguien que vive como “la otra”, muchas veces ellas mismas prefieren este estilo de vida que les requiere menos responsabilidades, menos estrés, e incluso menos gasto y desgastes.
“La otra” es una palabra con mucho amor y también con mucha tristeza.