Hay quienes sin merecerlo tienen más que nosotras, mujeres que no son la
mitad que nosotras pero que disfrutan de amor, felicidad y mucho más…
Si queremos ser felices tenemos que aprender a dejar la envidia de lado
y alegrarnos por los demás. A medida que lo logremos nosotras mismas
seremos más felices porque lo que deseamos a los demás lo acabamos disfrutando
nosotras también.
Sientes envidia cuando
una amiga o conocida se pasea bella y bien vestida, agarradita de las manos con
su novio o esposo… Se la ve feliz, tiene pareja y tú no tienes esa
felicidad que ella tiene. Al verles sonrientes juntos el estómago te hace
cosquillas mientras tu corazón parece un volcán a punto de erupción, quisieras
estar en su pellejo.