domingo, 9 de septiembre de 2012

CUIDEMOS LO QUE DECIMOS



Lo que sale por nuestra boca trae consecuencias. Todo lo que decimos es escuchado, aunque no sea más que por nosotras mismas.
Cuidemos lo que decimos, tengamos cuidado con las palabras que utilizamos.
Más vale callar que hablar de más.
¿Escuchas habitualmente lo que te dices o dices a otros? Hablar es tan automático, que a veces sucede que las palabras se escapan de nuestro ser y materializan en situaciones y momentos nada agradables.
¡Decimos cosas sin querer!
Lo cierto es que el acto de hablar no es inocente, las palabras que aún creemos decimos “sin querer” son seleccionadas por nuestro cerebro antes de salir a escena,  de ahí aquella famosa frase que reza “Uno es esclavo de lo que dice, y dueño de lo que calla”.
El lenguaje como tal es un instrumento de construcción; ¿constructor de?  posibilidades, puertas que se abren, o puertas que se cierran. Nosotros no solo somos lo que comemos, sino lo que decimos.
Aprender a utilizar nuestra habla, podría indicar un antes y un después en el comienzo o fin de nuestras historias irresueltas.

TRES FRASES PARA UN AMOR ETERNO


Hay tres simples frases que pueden hacer una gran diferencia en una relación de amor y compromiso.
Tres pequeñas frases que pueden ayudar a que el amor dure hasta el último de nuestros suspiros:
Te amo,
lo siento
y te perdono.
Son tres frases cortas, tres frases sencillas.
Tres frases cargadas de significado. Tres frases que a veces se nos escapan, como si fueran aire… muy fáciles de dar por sentado.
1.    “TE QUIERO”.
Porque nunca está de más decirlo y porque siempre gusta oírlo. Pueden ser susurradas con ternura, declaradas con pasión, gritadas con alegría… Un “te quiero” entre risas, una cosquilla en el alma. Un “te quiero” mojado por las lágrimas… una realidad más fuerte que un sentimiento o una circunstancia.
2.    “LO SIENTO”.
Tantas cosas que hacemos o decimos que luego lamentamos… decir “lo siento” o “¿me perdonas?” nos hace vulnerables, nos baja los humos. Es imposible ser perfectos, y una relación no puede existir sin disculpas ofrecidas y aceptadas.
3.    “TE PERDONO”.
Perdonar es un regalo. Es, casi siempre, inmerecido. Cuando perdonas no lo haces porque sea lógico o justo. Perdonas porque amas, y cuando lo haces… te libera.