Demasiadas relaciones o
amistades se pierden por el malentendido orgullo y por nuestro gran
egocentrismo. Antes de dejar de lado a una persona detengámonos a pensar y
valorar qué han sido para nosotras todo este tiempo y lo que hemos recibido de
ellos; y no seamos tan duras a la hora de valorarlos, todos en la vida nos
equivocamos; no tengamos miedo a expresar nuestros sentimientos, nuestro
agradecimiento y cariño a todas aquellas que han pasado por nuestra vida.
Aunque
muchas veces las personas egocéntricas nos hayan hecho llorar y sufrir con sus
malas actitudes, nunca dejemos de concedernos nuevas oportunidades en la vida,
que un día conoceremos a las personas adecuadas que vivirán junto a nosotras.
El amor y el perdón deben superar al ego y el orgullo.
El amor y el perdón deben superar al ego y el orgullo.
“EL
ORGULLO ES IGUAL EN TODOS LOS HOMBRES,
SOLO
VARIAN LOS MEDIOS Y LA MANERA DE MANIFESTARLO”
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