La vida
es un proceso mediante el cual tu alma tiene la oportunidad de transformar en
experiencia lo que realmente es. El
sentimiento del amor y la intuición son
algunas de tus guías.
Algo
que se intuye, es algo que percibimos como posible o verdadero para nuestro
ser.
Nuestro
Sendero va llenándose de Amor, por que el amor es la fuerza mas poderosa del universo y lo
puede todo, lo sana todo, lo arregla todo, con amor damos, vivimos, procreamos,
ayudamos, recibimos y sin el no podríamos desarrollarnos , crecer, ni vivir en
comunidad, el amor es el sentimiento que posee el mayor poder vibratorio de
todos. El Amor es la única fuerza del Universo y es el nivel vibratorio más
alto que podemos alcanzar.
Gracias al amor nos movemos,
nos relacionamos, nos sanamos y nos expandimos.
Nosotros creemos que existen
diferentes clases de amor; por ejemplo: el amor que una madre siente por sus
hijos, el amor entre amantes, el amor de amigos, el amor de esposo.
Sin embargo, debes saber que existe una sola clase de
amor: el de Dios.
El Amor de Dios es incondicional, sin divisiones, ni
clasificaciones; es permanente y estable.
Creemos que amamos a alguien porque nos brindamos a esa
persona pero, a la vez, le exigimos que haga lo mismo hacia nosotros.
El Verdadero Amor es
incondicional. Al Verdadero Amor sólo le
interesa darse y expandirse; no necesita nada a cambio.
Un consejo: Cuando sientas
angustia, miedo, soledad o la tendencia de culpar a otra persona por tu
infelicidad, deberá recordar que “Todo lo que ocurre por fuera es el reflejo de
lo que pasa por dentro; por lo tanto, lo de afuera sólo te recuerda que tienes
algo que sanar por dentro”.
En ese momento sólo basta con que abras tus manos, con
las palmas hacia arriba, y des permiso a Dios para producir la curación dentro
de ti.
Acércate a Dios y dile: “Dios mío, me encuentro sintiendo
esta angustia (o miedo, enojo, dolor, decepción, tristeza…); ahora renuncio a
tener y aceptar esta energía imperfecta en mi Ser.
Necesito
que cures la parte de mi Ser que sufre.
Necesito
que sanes la parte de mí que genera esta situación.
Necesito
sentir tu Amor Divino ahora mismo”.
Luego permanece unos cinco o diez minutos con las manos
apoyadas sobre tus piernas. Sentirás que las palmas se calientan enormemente y
una gran paz interior viene a ti.
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