Cuando tu te enamoras de alguien no lo haces de un
segundo para otro, ni de un día para otro, sino que es un sentimiento que va
creciendo dentro de ti que te hace apreciar a esa persona a medida la vas conociendo.
Definitivamente el enamorarse de una persona es una de las sensaciones humanas mas lindas, pero enamorarse de Dios sobrepasa todas nuestras expectativas y es que no hay nada más lindo que estar enamorados de Dios.
Definitivamente el enamorarse de una persona es una de las sensaciones humanas mas lindas, pero enamorarse de Dios sobrepasa todas nuestras expectativas y es que no hay nada más lindo que estar enamorados de Dios.
Ninguno de nosotros ha sentido amor puro por alguien
sin antes haber sembrado, cultivado y regado ese amor. Cuando a nosotros nos
gusta una persona, hacemos toda clase de acciones para tratar de agradar a esa
persona de la cual queremos llamar su atención y caerle bien. Todas esas
acciones hacen que poco a poco el amor vaya creciendo a tal punto de comenzar
una relación y ese amor es consumado al llegar al matrimonio en donde se
prometen amor el uno para el otro.
Ahora bien, con Dios hay una diferencia, pues desde
el día que decidimos entregarle nuestra vida comenzó ese enamoramiento que fue
fulminante, es como un amor a primera vista pero de esos reales y que
permanecen para siempre y no de los que nosotros humanamente creemos tener, a
lo cual la mayoría han sido solo pura emoción momentánea.
Estar enamorados de Dios es algo que tenemos que
cultivar, que regar y que cuidar cada día. Al igual que cuando tú siembras una
plantita, luego de sembrarla, tienes que cuidarla, regalar para que pronto
crezca y sea la planta que tú deseabas que fuera. Así mismo el amor de Dios,
tenemos que cultivarlo día a día a través de una verdadera relación personal
con El, hablo de mantener una vida de alabanza, una vida de oración frecuente y
no una vez a la semana, hablo de leer su Palabra para conocerlo más y más, no
hay otra forma mas efectiva de conocer a Dios y su propósito para mi vida que
leyendo su Palabra.
Si tu estas pasando por un momento de esos en los
que ya no le sientes sabor a la vida, en donde todo se ha vuelto monótono o una
simple rutina, te invito a que comiences a cultivar ese amor por el Señor,
cambia de chip, elimina la rutina, has
cosas diferentes que te lleven a mantener mas contacto directo con las
cosas del Señor.
Puedes comenzar hablando con El todos los días no
importa donde estés, puede ser mientras te diriges a tu trabajo o universidad,
lee la Palabra de Dios para conocerlo mas, tomate unos minutos en el día para
meditar en su Palabra, sírvele al Señor en tu congregación eso será muestra del
amor que le tienes a El y por lo que hizo por ti, ayuda a quien puedas ayudar,
para que de esta forma estés cumpliendo con el evangelio práctico y no solo
teórico.
Es imposible amar a alguien que no conoces o con el
cual no tienes una relación personal, es imposible decir que amas a alguien con
el cual no hablas, no conoces, no sabes que es lo que le gusta, entonces, ¿Cómo
podemos decir que lo amamos?
Es hora de restaurar nuestro amor con el Señor, es
hora de atender las necesidades que sean demandadas para que ese amor de
nuestra parte pueda crecer, para estar enamorados del Señor tenemos que
acercarnos a El para que al darnos cuenta de su infinito amor con el que nos
amó, nosotros también podamos corresponder amándolo cada día y viviendo
enamorados del Señor.
“NO HAY NADA COMO ESTAR ENAMORADA DE DIOS”
Asi como necesitamos el alimento material para vivir, también necesitamos el alimento espiritual,para fortalecernos interiormente..
ResponderEliminarlos SACRAMENTOS son el mejor puente que tenemos para llegar a Dios y por eso es necesario frecuentarlos. Una vida espiritual muerta nos hace insensibles a las necesidades de los demás.
la HUMILDAD nos aleja de la soberbia y nos lleva a reconocer, con sinceridad, lo que somos, con nuestras cualidades y defectos.