viernes, 15 de junio de 2012

AL CIBER AMOR TAMBIÉN SE LE LLAMA AMOR

Los amores por Internet son incomprendidos, criticados y puestos en duda.
Pero el ciber amor también es amor, el sentimiento es tan real como la persona que lo siente en su corazón.
Al final, para los que están destinados a amarse, la distancia no es impedimento, e Internet les ayuda a darse la oportunidad de amar y ser amados.
El corazón humano es sumamente generoso: no sólo tiene la capacidad de amar desde la cercanía sino también desde la distancia.
Hemos aprendido nuevas formas de amar que incluyen pantallas, clics y emoticones, porque sencillamente muchas veces sonreímos más con una ventana de conversación que con alguien que se encuentra a nuestro lado.


Así que no hay que limitar nuestros sentimientos: al ciber amor también se le llama amor.
Hago esta aclaración porque muchas personas sienten que una relación virtual no conoce de compromisos y no hay nada más desacertado que asumir eso: ¿acaso la distancia involucra no amar? ¿Acaso si un compromiso se establece desde la presencialidad significa que va a ser respetado? ¿Acaso hay una ley que diga que el amor es unívoco?
En esta situación hay un poco de todo, no podemos quedarnos con pensamientos pasados que sólo satanizan lo que puede llegar a ser un hermoso palacio para el amor.
Si seguimos diciendo que todas las personas en la red son malas,sólo encontraremos eso: seres con nefastas intenciones.
Pero se trata de ir más allá, de reconocer que hay hombres con buenos sentimientos que hacen uso de la red al igual que nosotras.
El amor por internet es una realidad y yo me atrevería a decir que necesita de un mayor cuidado: si no tienes a ese ser especial en frente, lo más probable es que hayan mayores malos entendidos.
Lo que no debemos olvidar es que tras la pantalla hay un hombre que siente y que espera encontrar la misma sinceridad que nosotras anhelamos; por eso debemos ser nosotras mismas, evitando la tentación de crear una segunda o tercera personalidad que juzguemos “más interesante”, porque tanto en el mundo virtual como en el de carne hueso, es bonito sentir que alguien se ha enamorado de la espontaneidad de nuestro corazón.
Debemos ser sinceras y reconocer lo que queremos con ese amor virtual y lo que quiere quien nos acompaña, porque de esa claridad depende que sepamos construir un lugar para cuidar de ese amor.
No nos detengamos porque ese ser por el cual sentimos tan bellos sentimientos sólo lo hemos visto a través de una pantalla: puede que la computadora sea algo fría, pero nuestro corazón es real y está lleno de ternura para ese hombre que nos ha demostrado que tiene mucho de especial en él.
Si en verdad amas, ¡entrégate a ello! Las relaciones no siempre inician como debiera ser: fijándose primero en el alma y luego en el cuerpo. Y verás que un día los besos virtuales serán besos reales, que ya no leerás tan hermosas palabras sino que te las susurrarán al oído, que ya no soñarás con abrazar porque estarás amarrada a los brazos de tu amado.
El cielo siempre reúne a quienes de verdad  se aman, sin importar que se hayan conocido desde la presencialidad o a través de un chat.

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