Es importante que nuestro amor, tanto el entregado como el recibido, sea
un amor sano, bueno y constructivo.
Lo importante no es que nos amen, sino cómo nos aman.
¿Cómo saber si el amor que vives es sano?
Hay una gran diferencia entre enamorarse y amar:
Cuando te enamoras, sucede
de forma inesperada y empiezas a soñar desde el primer instante. Esa persona se
convierte en tu centro, tu universo, tu vida, tu razón de ser y de
existir… y entonces empiezas a darlo “todo”, hasta llegar a pensar que no
podrías vivir sin esa persona.
Cuando amas es
diferente: Amar toma su tiempo. Se ama con sensatez, pues esa
persona tiene que ganarse tu corazón, y tú el suyo. Puedes ser fiel a lo
que sientes, pero sabes que si decide irse mañana, sobrevivirás. Esta segunda
forma de amar puede parecerte la más aburrida, pero en definitiva es la más
sana.
Para saber si amamos de manera sana o malsana, debes hacerte la
siguiente pregunta: “¿Podrías vivir sin esa persona que amas?”
·
Si la
respuesta es no,
probablemente necesites revisar tu visión sobre el amor.
·
Si la
respuesta es sí, no te
sientas culpable, es la mejor respuesta que pudiste dar. El amor es malsano cuando idealizas a tu
pareja. Ves en él lo que
quieres ver, y no lo que realmente es. Depositas en él todos tus deseos
inconscientes y esperas que cumpla todas tus expectativas. Te enamoras de
un “ideal” y no de la persona que has escogido como pareja.
Cuando amamos de
forma sana, tenemos la
capacidad de mirar a nuestra pareja a los ojos y darnos cuenta de que no es un
reflejo nuestro, sino una persona que existe por sí misma, con defectos y
virtudes que debemos aceptar y valorar.
El amor sano no se construye en sueños basados en ilusiones y
expectativas del pasado o del futuro. Al contrario, el amor sano se basa en las acciones diarias, en
las muestras de afecto presentes que te hacen crecer como persona. ( las
muestras de afecto no son esas que hacen con doble filo como: recibir tantas
llamadas al día, haciéndote saber que está preocupado por ti y mentira que es
para saber que estás haciendo, donde estas y con quien. Controlar tu horario de
llegada a casa y llegada a la oficina y si se retrasó que pasó. O simplemente
te dice no te coloques ese traje porque no me gusta, cuando en verdad te ves
preciosa con él. Esto no es hacer sentir bien a la persona que se dice amar,
mas bien es desconfianza disfrazada en me preocupo por ti.
Amar de manera sana es tener la capacidad de discernir cuándo alguien te
está amando plenamente y ayudándote a crecer como persona, así como tener la
capacidad de ponerle límites y fin, si es necesario, cuando una persona te ama
de una manera inadecuada y te hace sufrir.
Recuerda que no importa
cuánto te amen, sino cómo lo hagan.
© Autor: Fer Martínez B.
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