Corre
un riesgo. Date una oportunidad.
Obviamente
no tenemos que correr riesgos temerarios o contraproducentes, pero en la
recuperación podemos permitirnos correr riesgos positivos. No podemos darnos el
lujo de quedarnos paralizados.
No
tenemos por qué quedarnos frustrados y atrapados por miedo a cometer un error o
a fracasar. Naturalmente, de vez en cuando cometeremos errores y fracasaremos.
Eso es parte de estar completamente vivos. No hay garantías. Si estamos
esperando cursos garantizados de acción, podemos pasar gran parte de nuestra
vida esperando.
No
tenemos por qué avergonzarnos a nosotros mismos o aceptar que nos avergüence
cualquier otra persona, incluso aquella que está en recuperación, por cometer
errores. La meta de la recuperación no es vivir la vida perfectamente. La meta
de la recuperación es vivir, aprender nuestras lecciones y lograr un
progreso general.
Corre
un riesgo. No esperes siempre una garantía. No tenemos por qué escuchar el
"te lo dije" o “Tu sabias como es”. Límpiate el polvo después de un
error y, luego, camina hacia el éxito.
"Dios mío, ayúdame a empezar a correr riesgos
sanos. Ayúdame a dejar ir mi miedo al fracaso y. Ayúdame a dejar ir el miedo a
vivir plenamente mi vida, ayúdame a empezar a experimentar todas las partes de
esta jornada".
(Melody
Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
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