En la vida, a veces las cosas pasan demasiado rápido.
Apenas hemos resuelto un problema cuando surgen otros dos. Nos sentíamos muy
bien por la mañana, pero por la tarde estamos hundidos en la aflicción.
Todos los días nos enfrentamos con interrupciones,
demoras, cambios y retos. Encaramos conflictos de personalidad y decepciones. A
menudo, cuando nos sentimos agobiados, no podemos ver las lecciones que
encierran esas experiencias.
Un concepto sencillo nos puede hacer superar hasta las
temporadas más difíciles. Se llama gratitud. Aprendemos a decir gracias a estos
problemas y sentimientos. Gracias por la manera como se presentan las cosas. No
me gusta esta experiencia, pero gracias de todas maneras.
Oblígate a la gratitud hasta que ésta se haga algo
habitual en ti. La gratitud nos ayuda a dejar de tratar de controlar los
resultados. Es la llave que abre la energía positiva en nuestra vida. Es la
alquimia que convierte a los problemas en bendiciones, y en regalos lo
inesperado.
"Hoy tendré gratitud. Empezaré el proceso de
convertir la pena de hoy en la alegría de mañana".
No hay comentarios:
Publicar un comentario