Podemos ser honestos y
directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros
de una relación en particular?
Quizá ninguna otra área de
nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad más que
en nuestras relaciones. Algunos de
nosotros tenemos una relación de compromiso.
Algunos de nosotros salimos
con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros
estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos salir con
alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos
de nosotros permanecemos dentro de una relación y empezamos otra.
También tenemos otras
relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el
resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en
el trabajo.
Necesitamos ser capaces de
ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos
ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos
definir nuestras relaciones con la gente, y podemos pedirle que sea honesta y
directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros.
Causa confusión estar dentro
de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una
amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho
a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que
sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La
otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho
a saber y a preguntar. Lo mismo ellos.
La honestidad es la mejor
política.
Podemos fijar límites. Si
alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y
honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación
que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar
razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar.
La forma como la persona lo
maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
Podemos establecer límites y
definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
Podemos incluso definir las
relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden
a nuestros parámetros. Necesitamos definir las relaciones amorosas y lo que
éstas significan para cada perdona. Tenemos derecho a hacer preguntas y a
recibir respuestas claras. Tenemos derecho a hacer nuestras propias
definiciones y a tener nuestras propias expectativas. Y lo mismos la otra
persona.
Ser honestos y directos es
la única política. A veces no sabemos que queremos en una relación. A veces, la
otra persona no lo sabe. Pero entre más pronto podamos definir una relación,
con la ayuda de la otra persona, más pronto podemos decidir el curso adecuado
de conducta para nosotros mismos.
Entre más claro nos volvamos
al definir nuestras relaciones, mas podremos cuidar de nosotros mismos en esa
relación. Tenemos derecho a nuestros límites, deseos y necesidades. Lo mismo la
otra persona. No podemos obligar a nadie a estar dentro de una relación ni a
participar al nivel que nosotros deseamos si él o ella no quieren. Todos
tenemos derecho a que no se nos obligue.
La información es una
herramienta poderosa, y tener la información acerca de lo que es una relación
particular los límites y definiciones de
la misma nos dará la fuerza para cuidar de nosotros respecto de ella.
Las relaciones llevan un
tiempo para formarse, pero en algún punto podemos razonablemente esperar una
definición clara de lo que es la relación y cuáles son sus límites. Si chocan
las definiciones, somos libres de tomar una nueva decisión basándonos en la
información adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros
mismos.
"Hoy me esforzaré por
ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones
lóbregas y poco definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse,
empezaré a tomar acción para definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir
mis miedos acerca de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones
actuales. Guíame a la claridad, a pensar clara y sanamente. Ayúdame a saber que
lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso de la
otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es posible en el
momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito,
sino dame la fuerza para hacer elecciones apropiadas, sanas, acerca de dónde
conseguirlo".
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