Nuestra meta en la recuperación es hacernos sentir a gusto, en paz y contentos. Felices. Queremos estar en paz con nosotros mismos y con el ambiente que nos rodea. A veces, para hacerlo, necesitamos estar dispuestos a afrontar el malestar, sentirlo y superarlo.
No estoy hablando aquí de ser adictos a la desgracias y al dolor. No estoy hablando de crear un dolor innecesario. Estoy hablando del legítimo malestar que a veces necesitamos sentir mientras nos curamos.
Cuando nos hacen una cirugía, el dolor molesta la mayor parte del día siguiente de la operación. Cuando hacemos el tipo de trabajo que estamos enfrentando en la recuperación, nos estamos haciendo una cirugía emocional, mental y espiritual. Nos estamos quitando partes que está infectadas e inflamadas. A veces, ¡el proceso duele!
Somos suficientemente fuertes para sobrevivir al malestar y a los sentimientos temporales de dolor emocional. Una vez que estamos dispuestos a enfrentar y a sentir nuestro malestar y nuestro dolor, hemos llegado casi al punto del alivio.
"Hoy estoy dispuesto a enfrentar mi malestar, confiando en que la curación y el alivio están del otro lado. Ayúdame, Dios mío, a estar abierto a sentir lo que necesite sentir para ser curado y estar sano. Mientras lo hago, confiaré en que soy cuidado y protegido por mí mismo, por mis amigos, por mi Poder Superior y por el universo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario