Cada persona posee una luz dentro de su ser que actúa como una brújula indicándole el camino por donde debe transitar sabiamente, pero esa luz mengua con las diversas situaciones que se afrontan diariamente.
Aspectos como la queja permanente, pensamientos de derrota, preocupaciones y estrés impiden que esa luz brille como debería de hacerlo y allí es preciso adoptar la práctica de entrar en el interior para iluminar la vida desde su ser profundo y permitir que la luz se expanda.
Todo es energía y si en usted hay demasiada pesadez se hace necesario avivar la llama de su esencia luminosa para que una renovación visite su vida. Cuando su luz interna brilla puede ver mayores posibilidades y considerar nuevas opciones que antes no le habían sido posible percibir.
Expandir su luz interior significa reconocer los caminos de oscuridad por los que ha pasado, integrar ese aprendizaje sin culparse o culpar a otros y seguir avanzando desde una nueva conciencia, es reconocer y aceptar las experiencias dolorosas y pese a ellas empezar a crear un camino más amoroso y sabio de ahora en adelante.
Estos son siete pasos para que comience a darle paso a que aflore su luz interior:
1. Reconozca sus debilidades
Reconocer es aceptar parar empezar a cambiar, es liberarse de las máscaras que se pone para no afrontar su realidad, porque solo reconociendo inicia un proceso de verdadera transformación. No se sienta mal por su estado actual porque es precisamente el mejor momento que le está ofreciendo la vida para iniciar cambios trascendentales.
Cuando mediante un proceso de introspección afronta sus sombras, está en capacidad de pensar ampliamente, evaluar sus limitaciones y posibilidades contemplando opciones favorables que le beneficien y pueden surgirle ideas creativas para moverse de donde está hoy en pos de su futuro bienestar. Le planteo realizar este fácil ejercicio de reflexión: divida una hoja de papel en tres columnas y escriba cómo se encuentra en la actualidad, cómo quiere estar en el futuro y qué tendría que hacer para lograrlo.
2. Sea compasivo con usted mismo
La culpa, la rabia y la queja no lo llevan a ningún sitio, pero la compasión puede cambiar el trato que se da a sí mismo. La compasión es querer sentirse bien con la persona que es, no procurarse el sufrimiento sino la bondad.
Le hago esta propuesta: piense por un momento en las personas que ama, tal vez les demuestra su cariño ocupándose amorosamente de ellas y procurando su bienestar, así la invitación es a que usted mismo se trate con esa misma cortesía, atención y amor. Si siente que le es difícil lograr lo que desea, que las oportunidades se esfuman de sus manos y que lo bueno le sucede a los demás y a usted no, puede que sea necesario desarraigar esos sentimientos para darle la bienvenida a la compasión en su vida y que surjan nuevas oportunidades.
3. Pensamientos optimistas
Si el negativismo y la frustración no lo han conducido a otro lugar más que a atacarse, entonces comience a crear en su mente espacios más benévolos con los que pueda relajarse propiciando tranquilidad.
Inicie pensando que va a lograr resolver las situaciones que está atravesando; si por fuera de usted el entorno se muestra inseguro y agresivo, no se empeñe en darle fuerza a lo desagradable y comience a cambiar su exterior con una nueva vibración interna.
4. Meditación
Aparte un espacio para estar con la persona más importante de su vida, que es usted mismo, esto le permitirá sembrar momentos de serenidad interior, donde relajará su mente y cuerpo y lo harán permanecer en espacios de calma interna donde renovará su energía para afrontar su cotidianidad.
La meditación le ayuda a centrarse en conexión con su maestro interno, con su Yo Superior que le guiará por las sendas más beneficiosas, alejándolo del ruido externo y a las preocupaciones a las que está acostumbrado, llenándolo de serenidad. Puede iniciar meditando cinco minutos al día.
Este es un sencillo ejercicio que puede hacer a diario en un minuto, sea en su casa o sitio de trabajo: vea como un chorro de luz del cielo cae sobre usted, lo cubre profundamente y esa luz se lleva toda intranquilidad y preocupación, trayendo paz y calma.
5. Decretos de poder
Un decreto es una orden que usted le da a su cerebro y si estaba habituado a pensar nocivamente llenando su ser de intranquilidad, mediante los decretos puede empezar a albergar nueva información que le aporte a lograr su paz interior. Realizar decretos no le resta tiempo, dado que lo puede hacer mientras se baña, camina, conduce o se dirige hacia su trabajo, la idea es familiarizarse con nuevas prácticas que contribuyan a armonizar su vibración.
Los decretos le ayudan a sentirse en una nueva frecuencia de fe porque vivifican su alma al darle fuerza con mensajes positivismo. Cambie su diálogo interno por uno que le produzca mayor alegría, esto le dará la oportunidad de experimentar la convicción de que todo va a estar mejor animándose a usted mismo.
Le obsequio este decreto que le puede ayudar: “Yo soy paz, yo soy armonía”.
6. Elimine la autocrítica
La queja, rabia y juzgamiento con el que usted mismo se ataca le ocasiona agotamiento. Cuando usted es el primero que se recrimina con dureza no puede esperar que las demás personas le ofrezcan un trato diferente.
Entender que la raíz de “sus males” tiene el origen en usted mismo y no en las circunstancias que lo rodean tiene que ver con su vibración interna, pues es esta vibración la que ha traído dichas experiencias.
Es inútil desgastarse en pensamientos escasos donde se recuerda a usted mismo que sus posibilidades son pocas, le resultará mejor concentrarse en lo que le genera alegría, y no significa negar lo que le duele, sino buscar alternativas para que ese dolor empiece a desaparecer. Su diálogo interno favorable le suministra la creación de una nueva conciencia que le facilitará entender que tratarse con severidad frena su desempeño, por el contrario, haga de su diálogo interno un ayudador para resolver y no para que lo mortifique.
7. Contacto con la naturaleza
Un grandioso espacio para conectarse con energía de alta frecuencia es la naturaleza puesto que oxigena su alma, mente y cuerpo, ayudándole a drenar pesadez. Acudir a entornos naturales donde se respira frescura y tranquilidad lo contagia de esta misma frecuencia, abriendo sus canales energéticos hacia la sabiduría interior lo cual le permite analizar sus reacciones frente a las situaciones diarias de la vida.
Haga uso de los efectos terapéuticos que posee alejarse de ruido y la contaminación para experimentar una renovación energética que mejora su calidad de vida.
Puede realizar esta práctica: quítese los zapatos y en ese contacto directo con la tierra vea como a través de sus pies expulsa energía densa y experimente la sensación de liberar cargas, molestias e inconformidades, al contacto directo con la naturaleza.
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