Alguna vez en la vida nos han sido infiel, debes tener en cuenta que a nadie le gustaría pasar por este gran dolor de una infidelidad, por esta razón debes meterte en sus zapatos para saber que puede estar pasando por su cabeza y sintiendo.
En la decisión del paso hacia la infidelidad ha de sopesarse no sólo el brillo placentero de un flirteo o una "canita al aire" con un cuerpo nuevo, sino el futuro de esa nueva relación que nace y que puede amargar la vida de los tres implicados.
La infidelidad es una de las causas más comunes de crisis o rupturas definitivas en la pareja; dentro de las grandes inquietudes de quienes deben enfrentar este problema, está el dilema frente al futuro de la relación: separarse o perdonar y perdonarse a sí mismo.
Separarse y terminar la relación es la solución más fácil y la elegida por la mayoría de las personas que atraviesan por un caso de infidelidad.
Perdonar implica un profundo proceso de reencuentro con el amor que aún pueda existir, reuniendo a quienes sienten el arrepentimiento verdadero de disculpar un error humano y 'apostar' por un volver a empezar cuando las circunstancias así lo permitan.
Es lógico que un engaño como éste provoque ira, donde la decepción sea el sentimiento primario ante un hecho que quiebra los esquemas y momentáneamente augura un futuro negro; que cambia los sueños por pesadillas y al ser amado lo puede llegar a transformar en el más odiado. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, a veces, la víctima de esta traición ha sido quien en alguna medida, e inconscientemente, propició ciertas condiciones para que la infidelidad se desarrollara, sin que ello signifique aminorar o justificar la culpa del infiel.
Es válido analizar este tema desde otro punto de vista que no sea el condenatorio, más bien desde una perspectiva que incluya el perdón y el reconocimiento de culpas, con todo el gran sufrimiento que ello implique y el arrepentimiento verdadero que incluye un acto de dicotomía trascendental en una pareja. Por una parte la víctima de una infidelidad debe perdonar a quien provocó una gran herida donde contradictoriamente el verdugo es el ser más amado; por otro lado el infiel debe indultarse a sí mismo por el gran error que significó herir a quien se ama.
* Un primer caso es la infidelidad física, producto de una curiosidad, una fantasía no satisfecha o una etapa saltada en la vida. La persona tiene deseos de experimentar o conocer con otro que no sea su pareja, en vez de vivir las fantasías dentro del matrimonio las vive fuera, no se compromete el afecto, es sólo una aventura. "Lo curioso de esto, es que la persona que ha sido infiel, no se siente culpable, ni que ha roto su compromiso, siente que se sacó una curiosidad actuándola con alguien externo".
* Otro es aquella por enamoramiento o emocional, donde la persona se involucra mucho más con su amante, ya no es sólo una aventura de una noche, implica sentimientos, lo cual dificulta la recuperación de la armonía dentro del matrimonio.
* Una tercera clase es aquella para buscar una cualidad de la que carece la pareja estable. En unos casos, el amante está dotado de una virtud o cualidad -psíquica, Anímica, temperamental, sexual, social o de otra índole, de la que carece su pareja. En otros, el infiel se evade de su pareja estable y busca un cómodo refugio donde liberarse de la opresión de la vida y costumbres propias de la vida con su compañera(o).
*Otra variedad es la infidelidad psíquicamente insuperable, son las personas incapaces de guardar lealtad o compromiso alguno, el deseo sexual les resulta incontrolable, son “cleptómanos del corazón”, aprovechan la mínima ocasión, anteponiendo su propio placer sobre sus valores, en el caso de los hombres son los llamados “Juan Tenorio”, que dudando de su virilidad, recurren a la infidelidad una tras otra para comprobar su ego de hombre.
*También dentro de las infidelidades se debe tener en cuenta la historia familiar de las personas, en familias donde el padre ha sido infiel, generalmente sus hijas en sus propios matrimonios empujan a sus maridos a ello, como para repetir la fatalidad de sus padres.
*El temor de muchas personas es el perdonar y que luego se vuelva a repetir la situación, quienes han cometido este engaño y sienten arrepentimiento, optan por enmendarse, terminan con la historia cuando se dan cuenta del dolor que han provocado y valoran su unión por sobre la aventura.
Según investigaciones sobre el adulterio sólo el 10% de las personas que dejaron a sus parejas por otras continúa indefinidamente con ellas. Cuando se acaba el embrujo de lo prohibido y se instala la rutina, se suelen producir los mismos roces que se tenían con la anterior pareja a la que se fue infiel.
“Dar confianza es una prueba de valentía;
Ser fiel, una señal de fuerza”
Marie Von Ebner-Eschenbach
Me parece un block exelente, maneja una tematica ya olvidada entre grandes y chicos, me gusta que paso todos los dias y siempre me encuentro con algo nuevo.
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