Hay
momentos en la vida en que nada sale bien, todo va mal, sólo hay sufrimiento y
no hay salida a la vista.
Ante
una adversidad así, sólo queda la fe, creer que las cosas pueden cambiar, creer
en ti misma, en tu capacidad de salir adelante forjando tu propio destino.
Ese
pequeño acto de fe puede hacer la diferencia. Cree, ten fe, la vida cambiará si
tú lo crees así.
Cuando
el camino que recorremos está lleno de espinas y encontramos obstáculos donde
quiera que vayamos, cuando te sientes triste y con desánimo porque algo que
querías no sucede, ese es el momento de hacer una pausa en la vida y empezar a
creer. Creer que las cosas mejorarán con buena actitud y fe, ante Dios y la
vida.
En cada
momento de tu vida tendrás dos caminos, o continuar en el suelo mientras te
dejas derrotar o empezar a creer que las cosas mejorarán.
Somos
nosotras quienes forjamos nuestro propio camino, ¿acaso no queremos que las
mejores cosas nos sucedan? Entonces pongamos fe en la vida o en Dios, en
cualquier cosa que creas, pero ten fe, pide con el corazón que las cosas se
cumplirán.
Vuela
hasta donde el camino te lleve, no te conformes con cosas pequeñas. La vida es
una lucha diaria con el mundo, y con un obstáculo grande, tú mismo.
No
pienses que las cosas que más deseas no pueden suceder, es tu creencia, la que
te da fuerzas y ánimo para continuar.
¿Quién
dijo que la vida es fácil? Nadie, pero recuerda que lo que más cuesta es lo que
en verdad vale la pena, sin importar si es amor, trabajo o estudio.
En
cualquier situación en la que estés, alza tus ojos y CREE. Los sueños se
alcanzan con persistencia, coraje y mucho esfuerzo.
Si
sabes qué es lo mejor para ti y lo quieres, tranquila que estás a la mitad del
camino, pero es en ese instante donde debes poner toda tu voluntad y tu fe.
“NO SE
VIVE SIN LA FE,
LA FE ES EL CONOCIMIENTO DEL
SIGNIFICADO
DE LA VIDA HUMANA,
LA FE ES LA FUERZA DE LA VIDA,
SI EL HOMBRE VIVE ES PORQUE CREE EN ALGO”
LEÓN
TOLSTOI
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