Hoy sacaré de mi alma todo el daño que he recibido directa o indirectamente de algunas personas; desilusiones,
envidias, rencores, malas palabras, algunas miradas y gestos torcidos,
calumnias y guardaré como tesoro lo más preciado que tengo; amor, familia, amigos, y
como oro; el amor que tengo para los demás.
En mi armario, no queda sitio para lo que me pueda dañar.
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