Yo
sé quien soy, no necesito aparentar lo que no soy, tampoco necesito cambiar
de máscara cada vez que estoy con
alguien diferente.
Soy
mujer, segura de mí misma. No soy una nube a la que se la lleva el viento. Yo
forjo mi destino y aprecio lo que tengo, cosas, amigos y familia. Disfruto de
quien soy.
No,
no me dejaré llevar, no quiero aparentar, quiero ser siempre yo misma.
Hoy
vivimos en un mundo dónde la crisis de valores éticos es una constante que se
acrecienta con el transcurrir del tiempo. Los seres humanos empezamos a
desprendernos del sentimiento de unidad, de ver la vida como un todo, donde
todos formamos parte de lo mismo, con diferentes nombres e historias, siempre
compartimos muchos capítulos. Cada quién mira su juego, se enfoca en su historia, la falta de sensibilidad es
moneda corriente, la inseguridad afectiva, económica, y física es consecuencia
de un desgarramiento social que afecta nuestra identidad. Como seres gregarios,
existe en nosotros la necesidad de pertenecer, sin embargo, en la actualidad,
ese pertenecer ha sido remplazado por un falso valor el de la apariencia.
Aparentar para pertenecer.
Aparentar
ser quién no somos para pertenecer a un grupo de amigos, a un club, a una jerarquía,
para ser aceptados en la familia, escondemos nuestras ideas, sentimientos,
deseos, elecciones; utilizamos un sin número de máscaras para ser parte de lo
que no somos en realidad. Pues si falta el amor, falta todo.
¿Qué
es pertenecer?
Pertenecer
es mucho más que ser parte de; implica amar lo que hacemos, hacer importante
los actos de nuestras vidas; valorar lo que tenemos y desarrollar el
sentimiento de gratitud.
La
falta de unidad es producto del constante bombardeo de los medios de
comunicación y el consumismo, la frivolidad; la violencia desbordada, la falta
de esperanza, de compromiso, y por sobre todas las cosas, la prioridad al TENER
Y HACER, en lugar del Ser.
Ahí
está el punto de cuestión, ¿para qué
priorizar las cosas materiales sobre la familia, el hogar, el amor? ¿Para qué
exaltar lo material sobre lo amoroso o afectivo?
Cuando
cambiamos de enfoque, y ponemos nuestras intenciones sólo en el tener, tener
dinero, tener auto, tener una casa, tener ropa, tener celulares, etc; nos
olvidamos de lo fundamental, que es SER.
La
sociedad valora el tener en relación a que “cuanto más tengo más valgo” y eso
es sólo una ilusión narcisista; que va
en detrimento de los pilares de toda sociedad.
“APARENTAR
LO QUE NO ERES,
ES
COMO QUERER SER DIOS,
SIMPLEMENTE
JAMÁS LO LOGRARÁS “
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