La tristeza es sin duda una
de tantas e infinitas emociones que hacen parte de nuestra vida, un estado de
ánimo que influye de forma directa en la perspectiva y el punto de vista que
tenemos ante la vida. Es importante que le prestes la misma atención que
cualquier otra emoción ya que aprendiendo a ver las emociones como las
manifestaciones que nos intentan transmitir algo, aprenderás cómo regularlas y
te liberarás fácilmente de esa carga cuando tengan connotaciones negativas para
tu vida.
Debes saber que cuando uno
está triste SIEMPRE es por una razón, por algo que ha sucedido en tu vida ya
sea a nivel social, personal, físico, mental e incluso espiritualmente hablando
que no ha sido resuelto y está dando vueltas por las puertas de nuestra Alma.
El estar triste o sentir tristeza NO es malo ya que todo el mundo se pone
triste alguna vez en el momento en que no nos sentimos amados o nos sentimos
solos. Es importante que hagas caso y estudies a niveles profundos la causa de
la tristeza ya que, una vez localices, entiendas y transmutes la causa que ha
provocado esa tristeza, podrás contrarrestarla alimentándola con pensamientos
positivos, decretos, oraciones y palabras de aliento que acabarán por hacer
desaparecer tal emoción.
Cuando la tristeza es un simple disgusto o desilusión
suele tener una duración corta o se elimina simplemente substituyendo una
experiencia “negativa” por cualquier otra experiencia “positiva” que podamos
realizar seguidamente aunque, cuando el mensaje de la tristeza es duradero y es
emoción se transforma en algo cotidiano e incluso algo “normal” es cuando
nuestros sistemas deben ponerse alerta ya que hay algo que no hemos resuelto y
que si no transmutamos a tiempo puede llegar a producir bloqueos energéticos e
incluso somatizar algún tipo de enfermedad a nivel físico como la famosa y
conocida depresión.
“CADA
VEZ QUE SIENTAS QUE
LA
TRISTEZA TE PERSIGUE,
DÉJALA
ENTRAR A TU VIDA,
QUE
CON ELLA APRENDERÁS
A
SER FUERTE”
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