sábado, 13 de octubre de 2012

LA MUJER DE HOY NO ES LA DE AYER


Se acabaron los tiempos en los que los hombres lograban recluirnos entre las paredes del hogar, sólo destinadas a cocinar, servir en el hogar, estar al cuidado de los hijos y al capricho del hombre.
Esos tiempos pasaron, no por compasión a nosotras sino por méritos propios.
La mujer moderna ha demostrado estar a la altura de todo cuanto se proponga. El hogar, la oficina o cualquier lugar: Si una mujer quiere, puede, pues está sobradamente capacitada.
Desde tiempos atrás la mujer era un objeto solamente para el hombre. Vivía enfrascada en el hogar, era para todos invisible, pues desde que nacía estaba predestinada a vivir encerrada entre muros de cristal, pues su vida transcurría entre trastos, niños y limpieza.
La mujer de antaño dependía exclusivamente del hombre, su hombre, el amo y patrón del hogar quien no veía en ella el valor que tenía, pues ella para él era simplemente la que atendía ese hogar que él le prodigaba…

El verdadero valor de la mujer ha quedado desvelado al mundo: Hoy en día, la mujer, es decir, , mujer que lees esto… te has ido dando ese valor que te mereces, has ido sacando fortaleza con el paso del tiempo, y llevada de la mano de la modernidad te has vuelto indispensable ante el mundo.
Ya no tienes que vivir encerrada entre esas cuatro paredes, porque tienes ante ti todo un mundo de posibilidades para salir adelante por ti misma… Hoy tienes el derecho y la valía de ostentar cargos que antes sólo estaban al alcance de los hombres, pero que ahora van en equidad de la mano del sexo femenino, algo logrado por mérito propio.
Date cuenta de la grandeza de ser mujer, date cuenta lo inmenso del potencial que llevas en ti: eres inteligente, bella, llena de fortaleza y sobretodo tienes en ti esa inmensa capacidad de dar amor sin esperar a recibir nada a cambio, sólo porque sí… sólo por el simple hecho de ser mujer.
© Autor: Shoshan.

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