La meta es el equilibrio.
Necesitamos
equilibrio entre el trabajo y la diversión. Necesitamos equilibrio entre el dar
y el recibir. Necesitamos equilibrio entre pensamientos y sentimientos.
Necesitamos equilibrio entre el cuidado de nuestro aspecto físico y el cuidado
de nuestro aspecto espiritual.
En una
vida equilibrada hay armonía entre la vida profesional y la vida personal.
Habrá veces en que en el trabajo necesitemos escalar montañas. Otras, en que
pongamos energía adicional a nuestras relaciones. Pero el panorama general necesita
ser equilibrado.
Al
igual que una dieta nutricional equilibrada toma en cuenta nuestras necesidades
nutricionales para permanecer sanos, una vida equilibrada toma en cuenta todas
nuestras necesidades: nuestra necesidad de amigos, trabajo, amor, familia,
diversión, tiempo en privado, tiempo para la recuperación y tiempo para la
espiritualidad, tiempo con Dios. Si nos apartamos del equilibrio, nuestra voz
interior nos lo dirá. Necesitamos escucharla.
"Hoy examinaré mi vida para ver si la balanza
se ha inclinado demasiado en algún aspecto y no lo suficiente en otro.
Trabajaré para lograr el equilibrio".
(Melody
Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
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