A
veces, la vida y la gente parecen presionar y presionar. Como estamos tan
acostumbrados al dolor, podremos decirnos a nosotros mismos que no nos duele.
Como estamos tan acostumbrados a que la gente nos controle y nos manipule,
podremos decirnos que estamos equivocados.
No
estamos equivocados. La vida nos está presionando y lastimando para captar
nuestra atención. A veces, el dolor y la presión apuntan hacia una lección. La
lección puede ser que se han vuelto demasiado controladores con nosotras mismas . O quizá se nos
está empujando para que nos adueñemos de esa persona que nos controla. La cuestión son los límites.
Si
alguien o algo nos está presionando hasta el límite, eso es exactamente lo que
está sucediendo: nos han presionado hasta nuestro límite. Podemos estar
agradecidos por esa lección que está aquí para ayudarnos a explorar nuestros
límites y a fijarlos.
"Hoy
me daré permiso para fijar los límites que quiero y que necesito fijar en mi
vida".
(Melody
Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
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