En la relación de pareja, el paso del tiempo, la rutina, el aburrimiento
y la falta de interés en el otro hace que la relación se deteriore y tengamos
una sensación de abandono y de soledad, y eso nos lleva a buscar una solución…
Lamentablemente, la solución no siempre se busca
dentro del hogar. Se puede llegar al punto de ver a la pareja como un estorbo
para conseguir nuevos proyectos en la vida y entonces empiezan los disgustos. Como por ejemplo le haces una
llamada al ser que amas y te responde “Quiubo hombre” tu quedas atónita ante
este saludo tan efusivo, cuelgas y luego recibes una llamada donde te reprochan
el trato, claro se hace la víctima, después de que fuiste tú la ofendida y para
terminar te dicen ADIOS. Luego para no sentirse disque solo sale corriendo de
caza a buscar en las redes sociales a
quien caza, a ver que presa coge, pero resulta que no es el gavilán que piensa
que es, sino que es cazado, ¿Qué clase de ser humano es? Que se cree que tiene
un carácter definido y es más débil que una pluma, solo la persona que dice
amar, permanece SOLA, en espera de un cambio, pero que confianza se le puede
tener a un ser humano que no sabe dónde está parado y es una veleta. NINGUNA
digo yo. Date por bien servida te liberaste de este gavilán.
Con ello empieza la lucha por
querer hacer que la relación
vuelva ser como antes, como cuando empezaron y se juraron “amor
eterno” o “hasta que la muerte nos separe”. Casi
siempre es la mujer quien lucha y se desespera, llora y sufre, pide y ruega por
ese amor que le está siendo arrebatado… ¿Pero qué es mejor? ¿Nadar contra
la corriente o aceptar que todo está perdido?
Nadar contra la corriente sería seguir en la lucha sin más contendientes
que una misma, porque es bien sabido que una lucha es de dos, que los intereses
tienen que ser mutuos y por supuesto, que el deseo de salvar la unión debe ser de ambos. Irónicamente, suele
ocurrir que cuando la mujer da todo de sí para salvar la unión, recibe más
humillaciones, desprecios y hasta golpes físicos de quien dice amarla más.
(pero esa persona es tan ciega, que no se da cuenta de lo que está haciendo)
Y así, al final llega la
separación, ya sea porque él se fue o porque tú lo dejaste. El abandono que se sufrió en el alma.
¡Pero vale la pena ver las cosas desde otra
perspectiva! ¡Puedes
darle un giro de 90 grados, y a eso que llamas “abandono”, llamar “liberación!¡Liberación
de tu yugo, de tu maltratador, libre de quien te da un grito y te hace temblar!
Muchas son las cosas que tenemos que aprender…
Sobre todo, debemos aprender que si tu pareja se fue, o tú la dejaste, no
debes abandonarte a ti misma. Tú eres la
persona más importante y es por ti por quien debes de salir de ese “abandono”.
No necesitas a nadie para sobrevivir, la vida continua y tú con ella.
© Autor: Amanecer
cautiva del amor.
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