Deja que la energía de la curación fluya a través de tu
cuerpo.
La energía curativa de Dios, del universo, de la vida y
de la recuperación nos rodea. Está a nuestra disposición, esperando a que la
atraigamos, esperando a que la extraigamos. Está esperando en nuestras
reuniones o grupos, en las palabras de una plegaria que se murmura, en un gesto
gentil, en una palabra y un pensamiento positivo. La energía curativa está en
el sol, en el viento, en la lluvia, en todo lo que es bueno.
Deja que venga la energía curativa. Atráela. Acéptala.
Déjala que te empape. Respira la luz dorada. Exhala. Deja ir el miedo, la ira,
el dolor, la duda. Deja que la energía curativa fluya hacia ti, a través de ti.
Es tuya si la pides, si crees en ella.
"Hoy pediré y aceptaré la energía curativa de Dios y
del universo. La dejare fluir hacia mi, a través de mí, y que regrese a los
demás. Yo soy parte del ciclo continuo de curación, y uno con él"."
Creo que la energía curativa se encuentra en,por poner un ejemplo Santiago 5:16
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