Ni Dios puede cambiar el
pasado.(Agatón).
Aferrarse al pasado, ya sea
a través de la culpa, de la nostalgia, de la negación o del resentimiento, es
un desperdicio de valiosa energía, de energía que se puede usar para
transformar el hoy y el mañana.
"Yo solía vivir en mi
pasado", dijo una mujer en recuperación "O bien estaba tratando de
cambiarlo, o lo estaba dejando que me controlara. Por lo general eran ambas
cosas".
"Constantemente me
sentía culpable de cosas que habían sucedido. De cosas que yo había hecho; de
cosas que otros me habían hecho a mi, aunque había reparado casi todos los
daños, la culpa me embargaba. De alguna manera, todo era mi culpa. Simplemente,
nunca pude dejarlo ir".
"Me aferre a la ira
durante años, diciéndome a mi misma que era justificada.Estaba en negación
acerca de muchas cosas. A veces, trataba de olvidarme absolutamente de mi
pasado, pero nunca me detuve a analizarlo realmente; mi pasado era como una
nube oscura que me perseguía, y del cual no me podía sacudir. Supongo que me
asustaba dejarlo ir, que le temía al hoy, que le temía al mañana.”