Algunas personas creen que todos nuestros días fueron planeados, Divinamente ordenados, antes de que naciéramos. Dios sabia, dicen, y planeo exactamente lo que iba a suceder.
Otros sugieren que nosotros escogimos, que participamos en planear nuestra vida, los eventos, las personas, las circunstancias que tendrían lugar, para trabajar nuestros asuntos y aprender las lecciones que necesitábamos dominar.
Cualquiera que sea nuestra filosofía, nuestra interpretación puede ser similar: nuestro pasado no es ni un accidente ni un error. Hemos estado donde se ha necesitado estar, con la gente necesaria. Podemos abrazar nuestra historia, con su dolor, sus imperfecciones, sus errores, incluso con sus tragedias. Es únicamente nuestra; fue planeada únicamente para nosotros.
Hoy, estamos justo donde necesitamos estar. Nuestras circunstancias actuales son exactamente como necesitan ser, por ahora.
"Hoy dejaré ir mi sentimiento de culpa y mi miedo acerca de mis circunstancias pasadas y presentes. Confiaré en que donde he estado y donde estoy ahora ha sido justo para mí".
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